La última frase de su segunda tesis me gusta muchísimo: "Es inconcebible que materia bruta inanimada <(sin la mediación de alguna otra cosa que no sea material)> [Bentley le había escrito: <(sin un influjo divino)>] actúe sobre y afecte otra materia sin contacto mutuo, como tendrá que hacerlo si la gravitación (en el sentido de Epicuro) [añadido por Newton] es esencial e inherente en ella." Y esto es una razón por la que le expresé mi deseo de que no me adscribiese a mí la gravedad innata. El que la gravedad sea innata, inherente y esencial a la materia, de forma que un cuerpo pueda actuar sobre otro a distancia a través del vacío, sin la mediación de ninguna otra cosa por y a través de la cual pueda transmitirse de uno a otro la acción o fuerza de ellos, es para mí un absurdo tan grande que no creo que pueda caer nunca en él ninguna persona que tenga alguna competencia para pensar en materias filosóficas. La gravedad tiene que ser causada por un agente que actúe constantemente según ciertas leyes, pero si ese agente es material o
inmaterial es una cuestión que he dejado a la consideración de mis lectores.
Carta de I. Newton a Richard Bentley, respuesta a su carta del 18 de febrero de 1693. Original en 189.R.4.47, ff. 7-8, Trinity College Library, Cambridge, UK.
Introduciré este comentario de texto dando el contexto histórico en el que se desarrolla la correspondencia epistolar entre Newton y Bentley, sus motivaciones y la importancia de este texto. Veremos las distintas (según algunos autores) fases del pensamiento de Newton con respecto a la acción a distancia y la naturaleza de la gravedad, y en que fase se puede encuadrar el texto a comentar de las cartas a Bentley, haciendo un repaso a las distintas posturas enfrentadas que distintos autores mantienen sobre lo que Newton quiso decir. Daré una posible explicación a la divergencia entre autores, cuya raíz creo que es el propio Newton, con su dilema interno entre su defensa de ideas religiosas ante un incipiente ateismo filosófico y un espíritu cientifista que intentaba evitar en la medida de lo posible la explicación teológica para fenómenos naturales. Concluiremos con la superación de la acción a distancia a finales del XIX y principios del XX, con un ejemplo no resuelto de acción a distancia en la física actual.